Creci en un entorno donde siempre se dijo que los ojos claros, la nariz perfilada, el cabello liso y el porte de Miss era sinónimo de belleza. la verdad es que no lo discuto, solo siento que es algo que queda corto. La belleza es algo cambiante y descubrirlo es lo que me hizo comenzar mi busqueda en el mundo de la moda, inclusive, puse en reposo mi vida en el teatro con la firme creencia que el descubrimiento de mi misma con respecto a mi belleza, en algun momento me abrirá puertas en la moda, sin importar el color o textura de mi cabello (que amo cambiar) y con mis 1.65 de estatura
Me di la oportunidad en el 2015 de descubrir el mundo de la fotografia publicitaria cuando ya tenía 28 (casi 29) años de edad, hoy tengo 31 y una lista larga de "no" en infinidad de casting y lejos de desanimarme porque en Venezuela tienen una visión que difiere de mi rostro, me alienta. Comencé esta aventura con el legítimo propósito de llenarme de anécdotas para mi vejez y cada "no" en este camino me ha llenado de varias que llevo con cariño y fortaleza. Sé que aún me quedan muchas historias más por coleccionar, pues en algún momento se acabarán las negativas. Cofío en que es así.
Amo el teatro (lo ejercí de forma casi profesional gran parte de mi vida) me gusta el helado, me derrito por mi hija perruna (se llama Dulce Esperanza) y algún día seré lo suficientemente valiente para tomar clases de canto.